En el año 2000 pinchó de burbuja tecnológica, esta burbuja del bit se inchó muy rápido y se pinchó también muy rápido,destruyó el valor especulativo que se había creado en 5 o 6 años. Esa burbuja explotó para el bien de la industria tecnológica, a día de hoy, 8 años después los inversores saben diferenciar mejor entre puro humo y planes de negocio con alún fundamento, al menos los que se arriesgan lo hacen a conciencia.
La burbuja del ladrillo ha sido también bastante evidente, ha durado en España del pelo de 10-11 años, no se cuanto ha sido en USA. Esta burbuja tiene dos cacracterísticas interesantes. La primera es que por más que queramos existe un stock de viviendas en España de entre 2 y 4 años de consumo, estos como mínimo. Si además, dada la crisis los jóvenes tardan más (aún más) en emanciparse la ralentización inmobiliaria tiene pinta de acercarse a los 5 años.
Pero el sector inmobiliario tiene otra característica curiosa, para reactivarlo solo hace falta clientes y un inversor con dinero, clientes de aquí a cinco años habrá y siempre hay alguien con dinero dispuesto a hacer más. El sector inmobiliario se reactivará, tarde pero lo hará. Además esto afecta especialmente a España, por lo que no debe contar para la reactivación exterior.
Pero la burbuja de Níquel, la de la banca, esa es más curiosa. Afecta a prácticamente a todos los países desarrollados. Algunos actores de la banca negociaban con 30 o 40 euros por cada euro que poseían. La nueva legislación del sector financiero tendrá que ser más restrictiva, pero más quiere decir muy restrictiva y eso va a ser difícil de aceptar por parte del sector.
Legislación difícil de aprobar, lenta de implantar y que reducirá definitivamente el negocio del sector, nunca debería llegar a ser el mismo. Por lo que el sector no debería volver a tener la misma actividad, no en 5 ni siquiera en 10 años. La banca volverá a tener el mismo tamaño cuando el resto de la economía acumule un crecimiento superior al porcentaje de negocio que ha perdido y esto costará.
A esto hay que sumar que sectores importantes como el de la automoción tienen muy poca flexibilidad, la constante presión en los costes de los proveedores ha hecho que haya pocos y con el agua al cuello, con una reducción del 40% en las ventas, no solamente tienen que sobrevivir los grandes fabricantes sino sus proveedores también. Y muchos no lo harán. Es muy difícil pasar de producir Laguna a Logan, Audi A6 a Skoda Fabia.
Cuanto antes toquemos suelo mejor antes tedremos todos ganas de emprender, pero techo lo que se dice techo, no volveremos a tocar en mucho tiempo.
El nuevo eje de crecimiento de España
¿Deben los bancos prestar el dinero que les da el estado?
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